Una de las cosas que más me divierte es imaginarme prendas y poder confeccionarlas. Gracias a mi madre, puedo seguir haciendo realidad estas pequeñas locuras . Las ideas que se me ocurren, no suelen ser factibles para utilizar en el día a día, así que aprovecho cuando tengo algún acontecimiento importante, en este caso lo era y mucho, para dejar suelta la imaginación.

Para este vestido en concreto me inspiré en Giambattista Vali, pues me encanta la feminidad de sus diseños, remarcando la figura femenina, y la definición de sus líneas.

En cuanto al tejido, elegí una organza de seda con estampado floral, aprovechando que la boda era en septiembre, y que me encanta el dinamismo que los estampados aportan a las prendas. La búsqueda del tejido era un reto, puesto que el diseño no admitía cualquier tipo de tela, y tenía que gustarme el estampado. Para hacerlo fácil fui a Julián López en Madrid, y rápidamente vi la tela que necesitaba, fue amor a primera vista.

Así que aquí os dejo unas fotitos del vestido, por si os sirve de inspiración. Y más importante, porque no hay nada que no podamos hacer si nos lo proponemos, sólo hay que ponerle ganas.

Os ánimo a que descubráis y cumpláis esos deseos que lleváis dentro y que muchas veces no nos permitimos ver y mostrar, porque cuando lo haces ¡te sientes feliz!