Todos nos vemos más favorecidos con unos colores que con otros, pues bien, esto no es casualidad, nuestro color de piel, de ojos, incluso de nuestras venas nos definen en cuanto a las tonalidades más adecuadas para cada uno de nosotros.

Hay básicamente dos grupos de colores, los fríos y los cálidos.

El grupo de los colores fríos lo forman aquellos que tienen más contenido de azul en su composición. ¿Eso significa que todos los azules me favorecen? La respuesta es NO, puesto que hay azules que tienen mas contenido de amarillo en su composición, por ejemplo el azul turquesa…

Los colores cálidos son aquellos que tienen más contenido de amarillo en su composición, y en este caso sucede lo mismo. Esta vez pongamos un ejemplo con el rojo, ¿todos los rojos me favorecen si pertenezco al grupo de los cálidos? La respuesta de nuevo es NO, pues depende de qué rojo. Hay rojos que tienen más contenido de amarillo, como el rojo coral.

Este rojo coral, cuando estamos morenitos en verano puede favorecer a cualqueira… pero lo que está claro es que sienta mejor a quienes favorecen los colores cálidos. Caso totalmente opuesto al rojo cereza, este rojo tiene más contenido de azul en su composición, y por tanto se convierte en un aliado perfecto para quienes pertenecen al grupo de los colores fríos.  🙂

En el próximo post veremos algunas pautas para ver si somos de colores cálidos o fríos.

 

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